Entrevistas a MEPs: Francisco Sosa Wagner, UPyD
Francisco Sosa Wagner es diputado en el Parlamento Europeo desde el inicio de la séptima legislatura, lo que le mantendrá en el desempeño de sus funciones hasta julio de 2014.
El Parlamento Europeo es la institución de la Unión que representa directamente a los ciudadanos europeos, razón por la cual el diputado trata de representar y trasladar sus inquietudes y preocupaciones de la forma más eficiente posible.
Muchas son las propuestas, cuestiones y asuntos que han ocupado la agenda del diputado desde 2009, siendo el fomento de la transparencia y la democracia uno de los pilares fundamentales del compromiso de las instituciones europeas con los ciudadanos.
-¿Puede contarnos algo sobre su_ background_? ¿Qué estudios realizó?
Mi actividad como jurista y escritor ha estado marcada tanto por mi formación académica como por mi trayectoria profesional; me licencié en Derecho en el año 1967 y pocos años después obtuve mi Cátedra de Universidad en Derecho Administrativo; ha sido en el ámbito universitario, tanto en su vertiente docente como investigadora, donde he desarrollado gran parte de mi vida profesional, algo que he compaginado con mi actividad como escritor, ensayista y columnista y con el desempeño de determinados cargos en el ámbito político.
-¿Cómo llegó a convertirse en Eurodiputado? ¿Era un objetivo marcado en su carrera política?
Un Jurista que, como yo, ha dedicado parte de su vida al Derecho Público genera un especial vínculo con la administración y el ciudadano; esa relación y una firme creencia europeísta son las que me han llevado a convertirme en Eurodiputado.
-¿Qué rol tiene usted en el Parlamento Europeo?
Actualmente formo parte de la Comisión de Industria, Investigación, Energía y Telecomunicaciones (ITRE), de la Delegación en la Comisión Parlamentaria Mixta UE-México, de la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EUROLAT), de los Intergrupos del Sahara occidental y de derechos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGTB) y, a partir de septiembre, de la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo.
-¿Cuál es el papel que está teniendo el PE en el marco de la crisis actual? ¿Saldrá reforzado de la misma?
El Parlamento es la institución que representa directamente a los ciudadanos y, por tanto, en la que más eco tienen sus preocupaciones e inquietudes; la Eurocámara está teniendo un papel fundamental en la gestión de esta crisis, más teniendo en cuenta que la adopción de los paquetes normativos en materia económica están sometidos a codecisión junto con el Consejo.
-¿Cuáles son los principios de su partido político, UPyD (Unión, Progreso y Democracia)? ¿Cómo entienden Europa? ¿Por qué no forman parte de ningún grupo político europeo?
UPYD se define como un partido político transversal y laico, lo que implica la inclusión de ideas procedentes de tradiciones ideológicas diversas – desde la izquierda crítica a la derecha liberal- y la consideración del laicismo como un elemento fundamental de la verdadera democracia. A nivel europeo, UPYD quiere impulsar la construcción y el desarrollo de la Unión, con la convicción de que una Europa unida llevará a que sus ciudadanos disfruten de más libertad e igualdad en un mundo cada vez más complejo e interrelacionado.
Es cierto que no pertenezco a grupo político alguno en el Parlamento Europeo, formando parte del “no grupo” de los no inscritos; la decisión de permanecer fuera de los grupos existentes no es otra que mantenernos fieles a los principios que defiende UPYD y al amplio abanico de ideas que se integran en su programa.
-¿Cree que la Unión Europea está demasiado burocratizada?
Cuando alude a la posibilidad de que la Unión Europea esté demasiado burocratizada entiendo que hace referencia a sus instituciones, funcionarios, procedimientos, etc… Si pensamos que la Unión está integrada por veintisiete Estados, que otorga a quinientos millones de personas la condición de ciudadanos europeos, que hay un gran número de políticas para las que tiene una competencia exclusiva o compartida y, además, su especial régimen lingüístico…no, no creo que la Unión esté demasiado burocratizada.
-¿Considera que la toma de decisiones actualmente en la UE está condicionada enteramente por la crisis?
Aunque no me atrevo a decir que la toma de decisiones en la UE esté condicionada enteramente por la crisis, sí es cierto que la preocupante situación económica y financiera en la que nos encontramos está definiendo las prioridades en la agenda de la Unión.
-Si estuviese en su mano la posibilidad de cambiar algo de la UE, ¿qué sería?
Se trata de avanzar hacia la unidad política europea, para lo cual hay que seguir la dirección del federalismo; es imprescindible que el protagonismo se desplace, abandonando el predominio de lo intergubernamental, en favor de un gobierno federal que vele realmente por el interés común europeo.
-¿Le preocupa la desafección ciudadana por el proyecto europeo? ¿Cómo se puede luchar contra la misma?
Claro que me preocupa, no se puede alcanzar una unidad política sin que exista, no solo una afección ciudadana, sino una conciencia común europea; como he dicho antes, es necesario que quinientos millones de personas sientan este proyecto como suyo, que conozcan las instituciones que les dirigen y que valoren la trascendencia de las decisiones que aquí se toman.
-¿Cómo ve la UE de aquí a 1 año? ¿Y de aquí a 5?
Me pregunta como la veo yo o ¿cómo me gustaría verla?; en esta ocasión voy a apostar por ver mi deseo cumplido, continuar tomando decisiones que nos acerquen a esa unión económica, política y financiera de la que tanto se habla y, finalmente, alcanzar ese gobierno federal europeo del que tanto hablo yo.
Muchas gracias por su tiempo. Ha sido un placer.